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B. Vizcaíno

Alta Ruta. Panticosa-Wallon

La Alta ruta llegaba y la previsión meteorológica para el fin de semana era inmejorable: SOL A TOPE! Impaciente andaba yo el viernes, y después de soltar tantas carcajadas en el teatro, pensé: ¿Superará la Alta Ruta las expectativas de todos nosotros?

Nada más ver las caras de los diez compañeros que tenía enfrente comprendí que sí , que esas ganas de todo a las siete de la mañana y el mago Diego sacando café caliente de la chistera prometían dos días intensos y mágicos.

Salimos del Balneario de Panticosa por un bosque ya conocido, me acompaña la banda sonora de El Último Mohicano, sin letra, sin distorsión. Veo dos semillas de arce, pegadas, caer al suelo en espiral; sonrío y miro a mis compañeros, uno por uno. No sé por qué, de repente, todo me es familiar y acogedor. Les noto tan cerca que no puedo creer que hace un par de meses no conociera a ninguno de ellos...Me ilusiona la idea de tener dos días por delante para conocerles un poco más...haciendo lo que más nos gusta. A veces, la gente comenta algo sobre mi afición a la montaña o ese hobby de ir al monte; me parecen unos calificativos tan pobres sobre algo que apasiona, que te hace sacar lo mejor de ti, que te hace soñar durante la semana y vivir ese sueño el fin de semana...

El sábado fue todo rodado. Un collado, el de Brazatos, y una bajada suave hasta reencontrar a otro grupo: Cuánta gente estamos en el monte este fin de semana! Ponemos focas y paseamos tranquilamente; Jorge va incluso con los bastones en horizontal, cogidos por atrás. Veo ocho deditos rojos apuntando hacia arriba.

Llegamos al Col d'Arratille, donde coincidimos con un grupo de franceses que sacaron hasta la bota de vino, como unos señores! Nosotros llevábamos cascando toda la pala, y es que, con Diego cerca es imposible aburrirse. A todo esto llega Xavi, que sin perder la sonrisa nos enseña su esquí: se está partiendo! Tenemos por delante la bajada al Refugio Wallon y un día entero de travesía...Visiono a Xavi llegando con los esquís puestos al Balneario al día siguiente: llegará!! Miro las caras de Felicianos que llevan todos y me pierdo en mis reflexiones. Se me antoja que la montaña no ocupa un simple hueco por aquí dentro, no es un trozo de nada; es pura textura, textura que impregna todas las demás facetas de nuestra vida, nos aporta puñados de paciencia, tenacidad, capacidad de sacrificio: valores que se marcan a fuego y permanecen en nosotros, en lo que somos.

Los (y la) valientes se atreven con el Pic Alphonse Meillon, otras nos quedamos a mitad pala y Xavi disfruta de la soledad silenciosa del valle que le lleva al refugio.

En la cena somos un espectáculo, venga a hablar, reírnos...qué cerca estamos unos de otros, que al descubierto...no hubiéramos terminado de no ser por horario de los refugios de montaña, qué pena..

El domingo fuimos los últimos en marchar, pero a Donato le entró la morriña y no pudo evitar volver, con la excusa de haberse olvidado el piolet...Para mi ese rato supuso compartir con Isabel nuevos proyectos e ilusiones: gracias Donato!

En el Puerto de Marcadau nos ponemos a zampar, el fuet y el queso vuelan de aquí para allá. Bajamos eufóricos con una nieve buenísima y un paisaje espectacular. Subiendo ya a los picos nos vamos desperdigando. Álex y Donato van a por el Xuans, y el resto vamos al Diente Inferior de Batanes. Desde nuestra cima vemos dos puntitos en la del Xuans: son ellos! Que admiración siento por ellos...y que ilusión me hace. Suben dos amplias sonrisas enmarcadas por Zuriñe y Laura Venga chicas, que ya estáis! Besos, abrazos y fotos con sonrisas Profident...hay que bajar, que se nos hacen las tantas. Y qué bajada, qué forma de disfrutar. Ya el año pasado, escribí "el subidón de una bajada que querrías prolongar hasta caerte rendido". Pues eso.

Como en los sueños, desperté de repente, al ver el asfalto: si ya estamos en el Balneario! Incredulidad. Pero el dolor de mandíbula de tanta risa me dice que es cierto, que ha ocurrido de verdad, que la Alta Ruta ha sido.

Llega Xavi ESQUIANDO, y al quitarse el esquí, estaba ya partido, pero aguantó hasta el último momento. ¿Sigo soñando, pues?

 

¿QUÉ PASA CUANDO LA REALIDAD ES MEJOR QUE LOS SUEÑOS?

FELICIDAD CONSCIENTE.

 

A los ausentes.

1 comentario

AlbertoEpic -

Pufff, vaya subidón al leer tu crónica!
Ahora mismo repetiría la Alta Ruta otra vez...
Enhorabuena, te has currao un relato guay.